lunes, 22 de agosto de 2011

Capítulo 23

Ben fue a buscar a Alex. Cuando llegó a su casa, Alex estaba subiendo a su coche…
- ¡¡Caray!! ¿El coche? ¿Pero qué te vas a llevar, tu casa?
- No, pero casi –Alex rió y luego miró a Ben- ¿subes o no?
- Claro, ¿a quién recogemos primero?
- A las dos, hablé con Adrienne y nos están esperando las dos en el parque.
- Ah, vale.
Alex arrancó el coche –un descapotable negro- y se dirigió al parque. Durante el camino, Ben empezó a mirar la música que tenía hasta que al final puso una.

Cuando llegaron al parque, Alex saltó fuera del coche sin abrir la puerta, y Ben hizo lo mismo.
Adrienne y Caroline estaban en la parte de atrás del parque y en cuanto los vieron, fueron corriendo donde estaban ellos. Caroline abrazó a Alex y Adrienne saltó hacia Ben, lo que hizo que los dos cayeran al suelo.
Fueron andando hasta el coche y cuando lo vieron, se asombraron.
- ¿De quién es este cochazo? –dijo Adrienne.
- Mío –Alex soltó una risa bajita cuando vio la cara de envidia que se le ponía a Ben.
- Me encanta –dijo Caroline asombrada, y fue lo único que pudo decir.
- Bueno… ¿subimos? –preguntó Ben.
Dicho esto, los cuatro subieron al coche, Adrienne y Ben se pusieron en la parte de atrás, y Caroline se sentó delante al lado de Alex.
Fueron en el coche callados y escuchando música hasta la playa. Cuando llegaron, Adrienne y Ben se fueron corriendo al agua, y Alex se acercó a Caroline.
- Tengo una sorpresa para ti –sonrió y después le tapó los ojos con un pañuelo- espera aquí, tardo poco.
- Vale –Caroline sonrió.
Alex abrió el maletero del coche y sacó el casete, la mesa desmontable, el mantel, una vela y dos copas. Después de colocarlo fue a por las sillas y el CD que puso en el casete.
Fue dónde estaba Caroline e hizo que saliera del coche. Luego, antes de cerrar el maletero, cogió el ramo de flores y llevó a Caroline hacia la mesa, poniéndola de espaldas. Le quitó el pañuelo y le puso el ramo de flores delante.
- Es… es… precioso –Caroline sonrió y lo cogió.
- No tanto como tú –Alex se acercó a ella y la besó.
Cuando se separó la miró a los ojos sonriendo.
- Todavía no has visto todo.
- ¿Ah, no? Sea lo que sea seguro que viniendo de ti me encanta.
Alex sonrió y le dio la vuelta.
- Esto es… no tengo palabras –Caroline se dio la vuelta y le abrazó.
- Entonces… ¿te gusta? No sabía que… -y sin que pudiera decir más, Caroline se tiró a él, cayendo los al suelo y le besó.
- Me encanta –Caroline se levantó ayudando a Alex a levantarse.
- Espera –Alex fue al maletero y volvió con dos refrescos- venga, siéntate.
- No tenías que haber hecho todo esto…
- Por ti, todo –Alex sonrió de oreja a oreja y luego hecho el refresco en la copa.
Cuando Caroline creía que ya no había más, que todo había terminado, Alex se levantó y le tendió la mano. Caroline hizo caso y se levantó cogiéndole la mano. Después encendió el casete y puso una canción.
- ¿Bailas?
- Si –sonrió y después Alex la cogió y empezaron a bailar lento y muy pegados.
It's not that I can't live without you (Es que no pueda vivir sin ti)
It's just that I don't even want to try (Es que no quiero intentarlo siquiera)
Every night I dream about you (Cada noche sueño contigo)
Ever since the day we said goodbye (Aún desde el día que nos dijimos adiós)
If I wasn't such a fool (Si no fuese tan tonto)
Right now I'd be holding you (Justo en este momento estaría abrazándote)
There's nothin' that I wouldn't do (No hay nada que no pueda hacer)
Baby if I only knew (Nena si tan sólo supiera)


The words to say (Que palabras decir)
The road to take (Que camino tomar)
To find a way back to your heart (Para encontrar la forma de volver a tu corazón)
What can I do (¿Qué puedo hacer)
To get to you (para llegar a ti)
And find a way back to your heart (y encontrar un camino de vuelta a tu corazón?)


I don't know how it got so crazy (Yo no sé como esto se tornó tan loco)
But I'll do anything to set things right (Pero haré cualquier cosa para que las cosas estén bien)
Cause your love is so amazing (Porque tu amor es tan increíble)
Baby you're the best thing in my life (Nena tú eres lo mejor en mi vida)
Let me prove my love is real (Déjame probarte que mi amor es real)
And made you feel the way I feel (Y hacerte sentir de la forma que yo siento)
I promise I would give the world (Te prometo que te entregaría el mundo)
If only you would tell me girl (Si tan solo me dijeras)


The words to say (Que palabras decir)
The road to take (Que camino tomar)
To find a way back to your heart (Para encontrar la forma de volver a tu corazón)
What can I do (¿Qué puedo hacer)
To get to you (para llegar a ti)
And find a way back to your heart (y encontrar un camino de vuelta a tu corazón?)

Mientras iban bailando Alex acercaba más su cara a la de Caroline.
- Eres mi vida, te amo, no sé qué haría sin ti –le susurró Alex mirándola a los ojos.
- Pues yo te quiero, te amo y te adoro –susurró, y luego le beso lenta y tiernamente.

Give me one more chance, to give my love to you (Dame otra oportunidad para darte mi amor)
Cause no one on this earth loves you like I do (Porque nadie en esta tierra te ama como lo hago yo)
Tell me (Dime)


The words to say (Que palabras decir)
The road to take (Que camino tomar)
To find a way back to your heart (Para encontrar la forma de volver a tu corazón)
What can I do (¿Qué puedo hacer)
To get to you (para llegar a ti)
And find a way back to your heart (y encontrar un camino de vuelta a tu corazón?)


I turn back time (Regresaría el tiempo)
To make you mine (Para hacerte mía)
And find a way back to your heart (Y encontrar la forma de volver a tu corazón)
I beg and plead (Te ruego y te imploro)
Fall to my knees (De rodillas)
To find a way back to your heart (Encontrar un camino de vuelta a tu corazón)


The words to say (Que palabras decir)
The road to take (Que camino tomar)
To find a way back to your heart (Para encontrar la forma de volver a tu corazón)
What can I do (¿Qué puedo hacer)
To get to you (para llegar a ti)
And find a way back to your heart (y encontrar un camino de vuelta a tu corazón?)


Cuando terminó la canción todavía seguían besándose igual que antes. Pero… algo hizo que se separaran, de repente les alumbraron con una luz a la cara.
- Tortolitos, ¿os venís a bañar? –Dijo Ben riendo.
Eran Ben y Adrienne que estaban mirándolos, no sabían cuanto tiempo llevaban, pero Alex y Caroline se sonrojaron y se separaron.
- Ahora vamos, primero recogeremos esto –dijo Alex avergonzado.
Recogieron todo, y cuando ya estaban en bañador, Alex le dio un pico a Caroline, y fueron corriendo al agua cogidos de la mano.
- Por fin aparecéis –dijo Adrienne- os hemos preparado una sorpresita.
Adrienne fue a por Caroline y Ben a por Alex y les hicieron una aguadilla.
- ¿Esta era vuestra sorpresita? –preguntó Caroline cuando la dejo salir en un tono de enfadada.
Todos se quedaron mirando a Caroline cayados, Adrienne pensando que la había cagado se acercó a Caroline.
Caroline la miró acercarse y cuando estaba lo suficientemente cerca sonrío de lado y le hizo una aguadilla.
- Venganza –se río Caroline al decirlo.
Todos se rieron con Caroline. Después de que Caroline dejara salir a Adrienne fueron a por una pelota para jugar los cuatro. Cuando se hizo de noche salieron del agua, Alex y Caroline se quedaron sentados en la arena.
- Nosotros vamos a ir a dar una vuelta –dijo Ben.
- Vale, Carol y yo nos quedaremos aquí –dijo Alex sonriendo.
Ben y Adrienne se fueron, dejando a Alex y a Caroline solos.
- Te acuerdas de nuestra primera… ¿cita? Creo que si se puede llamar así –sonrío Alex.
- Si –Caroline abrazó a Alex- estábamos viendo las estrellas iguales que las que hay esta noche.
- Iguales que las de hoy… -Alex hizo que se tumbara Caroline y él se tumbo a su lado, se dieron la mano- Pero esta noche es más especial que la primera.
- ¿Por qué?
- Porque eres mira –sonrío y la besó.
Se puso encima de Caroline besándola, mientras le acariciaba la cara.
- Estás fría.
- Tengo algo de frio…
- Conmigo no lo tendrás. –La abrazó pegándose a ella sin que hubiera ni un centímetro libre- Estás muy guapa en biquini –Caroline se sonrojó sin saber que decir, tampoco podía decir nada, se lo impedía Alex que acabava de volver a besarla- ¿Ya estás mejor?
- Si –sonrió, pero enseguida empezó a apartarse Alex- digo… no.
- ¿Seguro? –rio y volvió a pegarse a ella- Yo te noto ya muy caliente.
- No creo que lo esté más que tú.
- Vamos a comprobarlo –empezó a besarle el cuello y fue bajando por el pecho hasta llegar a su abdomen- creo que sí, yo estoy más caliente –sonrió Alex.
- Te lo dije –rió.
- Pero tú me pones más caliente –se pegó a ella y la besó en la boca.
Mientras que Alex y Caroline se besaban, Alex empezó a bajarle el tirante del biquini, pero Caroline lo paró.
- No creo que sea el momento, Ben y Adrienne pueden volver en cualquier momento.
- Tienes razón –Alex se levantó y la ayudó- mejor cuando estemos completamente solos –le dio un pico de nuevo.
- Estoy volviendo a tener frío… -miró a Alex y este la volvió a abrazar- mejor nos vestimos, ¿no?
- Sí, claro –fueron al coche a por la ropa y se vistieron.
- ¿Encendemos una hoguera?
- Vale –Alex miró a su alrededor- pero antes tendremos que ir a por leña… no veo nada por aquí.
- Si, voy contigo.
- Está oscuro.
- Nos llevamos una linterna… ¿tienes?
- Si, hay una en el coche, espera aquí –Alex se fue al coche y buscó en la guantera su linterna, cuando la hubo encontrado fue con Caroline- aquí está.
- Pues vámonos –le cogió la mano a Alex y este encendió la linterna.
Se metieron por entre los árboles que había al lado de la playa, cogiendo cada rama que se encontraban. Hasta que se oyó un ruido.
- He oído algo –dijo Caroline temblando.
- No será nada –la abrazó Alex con una mano, en la otra tenía las ramas- vamos a mirarlo.
- Tengo miedo.
- Conmigo no tienes que temer nada.
Beth le cogió la mano a Alex y sonrió. Fueron andando siguiendo ese ruido.
- ¿Sabes que puede ser?
- No… lo que si se es que está cerca de la playa –fueron andando siquiendo el sonido- o está en la playa.
Siguieron andando, hasta que solo les separaba de la playa una fila de árboles.
- Está al otro lado –dijo Alex.
- Pues vamos –Caroline apretó más fuerte su mano.
- Vale.
El paso estaba muy estrecho, así que Alex cortó algunas ramas para que pudiera pasar Carolina sin arañarse. Cuando las hubo cortado pasaron, primero Alex y luego Caroline. Miraron lo que había en la playa y…

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Ben y Adrienne comenzaron a caminar por la orilla de la playa, agarrados.
Poco a poco se adentraron entre los árboles.
- Está empezando a anochecer –dijo Adrienne.
- Mejor –contestó Ben con una sonrisa pícara y cogió a Adrienne de la mano.
Un poco más delante de donde se encontraban, había unas rocas y se dirigieron hacia allí.
Caroline se sentó en una y Ben a su lado.
- Me da miedo pensar lo que estarán haciendo esos dos allí solos –dijo Ben de broma.
- Ya, y a mí –siguió Adrienne con una carcajada.
- Pero, ¿sabes que me da aún más miedo? –preguntó Ben.
- ¿Qué?
- El que un día me dejes –a Adrienne le cambió la cara de repente. Se le vino a la cabeza las palabras de Elisabeth. Ella bajó la mirada, intentando que Ben no la viera.
- ¿Pasa algo? –preguntó Ben levantándole la cara con la mano.
- No… -dijo Adrienne intentando no llorar.
- ¿Seguro? –insistió preocupado.
- Seguro –a continuación le besó para tranquilizarlo. Él se lo siguió- ¿En qué piensas? –le preguntó a Ben.
- En la pelea, no sé, tengo un mal presentimiento –hizo una pausa- prométeme que vas a estar a mi lado –Adrienne sabía que no podía prometerle eso, pero aún así, lo hizo.
- Lo prometo –Ben se levantó y miró a su alrededor.
- ¿Qué miras? –preguntó Adrienne extrañada.
- Nada, quería asegurarme de que Alex y Carolina no vienen.
Ben se puso enfrente de Adrienne y se colocó entre sus piernas.
- Podriamos… -propuso Ben pero Adrienne lo besó y no pudo decir nada más.
Él le siguió el beso con mucha más furia que en el de antes. Adrienne se quitó de su pensamiento a Elisabeth y se centró al completo en Ben.
Empezó acariciando su pelo y siguió por su cuello mientras lo besaba, y sus manos bajaron por su espalda.
Ben se pegó más a ella, asegurando las piernas de Adrienne a su cintura.
De un tirón le quitó la camiseta larga que llevaba puesta Adrienne, rompiéndola, y dejándola en biquini.
- Vale, ahora me he quedado sin camiseta –dijo Adrienne riéndose.
- Es que me estorbaba –le dijo Ben al oído.
Ben deslizo sus manos hasta la espalda de Adrienne y buscó el nudo del biquini. Él pisó una pequeña rama que crujía y Adrienne se exaltó.
- Tranquila, he sido yo –dijo Ben.
Justo en ese momento aparecieron Caroline y Alex, y los sorprendieron, pero ellos no se ieron cuenta.
- Esto… vale… creo que interrumpimos –dijo Alex riendo.
Adrienne y Ben se asustaron y rápidamente se incorporaron, poniéndose Ben delante de su novia, mientras que Adrienne se ponía de nuevo el biquini.
- No es lo que parece –dijo Ben.
- Se me ha roto la camiseta –intentó disimular Adrienne.
- Ya claro, ¿y el biquini también se te ha desabrochado solo? –dijo Caroline bromeando.
- Vale, cambiando de tema –dijo Ben intentando despistar el tema de conversación- ¿Qué hacéis por aquí?
- Veníamos a buscar leña para hacer fuego –explicó Alex.
- Aunque parece que el fuego ya lo hemos encontrado –bromeó Caroline. Adrienne le mandó una mira asesina.
- Bueno, ir yendo vosotros, vamos después –dijo Ben.
- Vale –Caroline y Alex volvieron a andar y Adrienne y ben se quedaron otro pequeño rato allí sentados.

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Caroline y Alex llegaron a la playa y encendieron la hoguera, después de ellos llegaron Adrienne y Ben. Cogieron dos mantas y se sentaron enfrente de la hoguera.
- Carol, ¿conoces las leyendas de los lobos? –preguntó Ben.
- No –miró a Alex- no me las ha contado nunca.
- Estaba buscando el momento –dijo Alex- y este es perfecto –sonrió.
- Las cuento yo, que me las sé a la perfección –rió Ben- ¿tú te las sabes Adrienne?
- Claro –rió- llevan contándomelas desde que era muy pequeña.
- Bueno… pues empiezo –Ben se aclaró la voz- Cuenta nuestra historia que los licántropos venimos de los animales salvajes.
>> Hace tiempo llegó a nuestro continente un hombre que tenía el don de convertirse en lobo. Era un salvaje, y no hacía lo que hacemos ahora. Se dedicaba a matar gente. Mordieron a nuestros bisabuelos y estos al cabo de unos días, obtuvieron su poder. Se encerraron en una cueva para contener su hambre, porque no querían hacer daño a sus amigos y familia.
>> Estuvieron tres meses dentro de la cueva, alimentándose de los animales que pasaban por un agujero pequeño, eran ciervos, jabalíes, pumas, … Cuando salieron, lo primero que hicieron es buscar a la persona que les había hecho eso. Había matado a mucha gente, pero nadie había sobrevivido como ellos.
>> Un día le acorralaron por el bosque y entre todos le mataron para que no pudiera hacer más daño. Después de eso, en su forma humana, fueron a sus casas e intentaron cambiar su hábito de comida. Les llevó otros tres meses, pero lograron vivir como si fueran humanos normales.
>> Hicieron una vida normal, incluso se casarón. Pero cuando sus hijos, que eran nuestros abuelos, llegaron a la adolescencia, cambiaron su actitud, se pusieron muy enfermos con fiebre, y cuando hablaban, no paraban de decir tonterías. Al poco tiempo de tener eso, se convirtieron en lobos.
>> Después fueron otros seres, que eran muy parecidos a los humanos y más fuertes, que atacaron al pueblo. Nuestros bisabuelos empezaron a entrenarse para atacarlos. Y lograron hacerlo, resultaron ser la única especie que los podía vencer. Esas especies nuevas fueron las que hoy en día llamamos vampiros.
>> Nuestros bisabuelos decidieron separarse para ver si así podrían desprenderse de sus poderes. Se fueron a continentes y países distintos, cada uno por separado, excepto seis que se vinieron aquí.
>> Tuvieron una vida lejos de todos los demás. Pero siguieron con sus poderes. Cuando se murieron nuestros bisabuelos, nuestros abuelos se dieron cuenta de que nacían y morían siendo licántropos, y nadie podría deshacer eso. Así que empezaron a entrenarse para cuidar del pueblo. Y a partir de ellos, llegamos nosotros, y cada vez va habiendo más licántropos.
>> El primer licántropo dicen que puede haber venido por un castigo que le pusieron los espíritus, que unieron su cuerpo con el cuerpo del lobo.
- Entonces… el bisabuelo de Nessie no era uno de los que se habían venido aquí, ¿no? –dijo Caroline.
- No, pero parece que han venido aquí –sonrió Ben.
- ¿Y hay más lobos en otros lugares?
- Si –sonrió.
- Eso no es lo único –dijo Adrienne.
- ¿Hay más? –preguntó Caroline.
- Hay varias versiones sobre la licantropía, algunas afirman que puedes convertirte por medio de brujería, y ritos satánicos, que consisten en ponerte un cinturón o capa hechos con piel de lobo, a continuación se rezaban una serie de oraciones o se consumían unas pócimas y supuestamente pasas a ser un licántropo –contó Ben.
- Suena como si fuera una secta –opinó Caroline.
- Es que lo es –dijo Adrienne- adoraban a seres sobrenaturales e incluso hoy en día lo siguen haciendo –entonces una rama rujió al ser quemada por las llamas de la hoguera y Beth se sobresaltó.
- Luego existe otra leyenda que asegura que puedes ser infectado.
- ¿Infectado? –preguntó Caroline.
- Si, por medio de una mordedura de un lobo o un licántropo, cuando eres mordido su saliva se mezcla con tu sangre y surge una mutación –explicó Adrienne.
- Y queda la más importante –dijo Alex- es en la que más creemos nosotros.
- ¿Cuál? –inquirió Caroline.
- La que dice que para ser un licántropo puro tienes que haber nacido la noche de Navidad a las doce de la noche, la noche de la anunciación o el día de San Juan.
- ¿Por qué es una en la que más creeis? –preguntó Caroline.
- Porque es la que más se ha cumplido en nosotros –dijo Ben- Yo nací el día de la anunciación y con luna llena, Will nació el dia de San Juan al igual que Alex, Andy nació la noche de navidad, y a Peter y Clarie les viene de genética, sus abuelos eran licántropos. Y Max… creemos que es infectado aunque él lo intente ocultar.
- ¿Por qué? ¿Se avergüenza?
- Si –respondió Alex. Caroline dirigió una mirada a Nessie.
- Yo no pertenezco a ninguna de esas leyendas, lo mío es genético, mi padre fue uno de los mayores hombres lobo que han existido.
- Por eso eres tan fuerte como nosotros –dijo Ben acurrucándola entre sus brazos.
Alex y Caroline se levantaron, cogieron la manta y fueron andando agarrados de la cintura hacia el coche. Adrienne les siguió por detrás mientras que Ben se quedaba apagando la hoguera.
Subieron los cuatro al coche y arrancó Alex el coche. Puso el mismo CD que había puesto antes. Dejó a Ben y a Caroline cerca de la casa de Adrienne, y Alex siguió con Caroline conduciendo.
- ¿Te ha gustado? –preguntó Alex.
- Si, me ha encantado, no olvidaré nunca este día –Caroline apoyó su cabeza en el hombro de Alex.
- Habrá muchos más como este –Alex sonrió.
Llegaron en frente de la casa de Caroline y se bajaron los dos del coche. Fueron andando hasta la puerta y Alex se puso enfrente de Caroline.
- Siempre cuidaré de ti –dijo Alex sonriendo.
- Lo sé –sonrió Caroline- ¿te gustaría ver mi casa? Yo ya vi la tuya.
- ¿Están tus padres?
- No, hoy no –cogió la mano de Alex y abrió la puerta.
- Entonces me encantaría –sonrío y la besó. Caroline le siguió el beso, y después fue a enseñarle la casa.
- ¿Qué quieres ver primero?
- Tu habitación –dijo Alex con una sonrisa pícara.
- Esa ya la conoces… pero vale –rió Caroline, seguidamente subió las escaleras y entraron en su habitación.
- Que bonita –Alex sonrió y fue a la ventana.
- ¿Qué haces? –rió leve.
- Te visitaré algunas noches –sonrió Alex.
Mientras Alex miraba por la ventana la distancia que había hacia el bosque, Caroline estaba sentada en la cama mirando. Alex se dio la vuelta y la miró sonriendo.
- Te voy a dar un consejo –dijo Alex.
-¿Cuál?
- Cierra la puerta cada vez que entres a tu cuarto.
- Vale, ¿qué vas a hacer?
- Darte una sorpresa.
- Me encantan las sorpresas –Caroline miró la ventana y sonrió.
Alex se sentó al lado de Caroline y la besó lentamente. La tumbó en la cama y se quedó encima de ella mientras la besaba.
Caroline siguió besándolo y noto que algo tocaba su abdomen, pero enseguida se dio cuenta de que era Alex. Alex le quitó la camiseta y le besó el cuello.
De repente los dos pararon a la vez, habían oído ruidos en la puerta.
- ¿Quién puede ser? –preguntó Alex.
- ¿Qué hora es? –Caroline miró a Alex y éste miró el reloj.
- Son las cinco de la madrugada.
- Mis padres…
- Mejor me voy –Alex le dio un pico a Caroline- adiós, nos vemos mañana.
- Adiós, te quiero –mientras decía esto, Caroline se estaba poniendo la camiseta.
Alex saltó por la ventana y miró primero que hubieran entrado los padres de Caroline. No los vio, y entonces fue corriendo hacia el coche, se subió y se fue a su casa.

Algunos cambios a partir del siguiente capítulo^^

A partir de ahora se cambiaran algunos nombres.
Beth pasará a ser Caroline, que también será llamada Carol.
Nessie pasará a ser Adrienne.
Gracias a todos por leer la historia, dentro de poco subiré más capítulos :3

viernes, 7 de enero de 2011

Capítulo 22

Nessie entró por la ventana de la habitación de Alex, dónde estaba Beth durmiendo, pensaba que era mejor que desde entonces ellas fueran buenas amigas, y sabía que Beth necesitaba apoyo después de todo lo que pasó el día anterior.
- Despierta dormilona si no quieres llegar tarde a clase –dijo Nessie gritando.
Beth se despertó asustada después de los gritos que le pego Nessie, ya que esta se puso a gritar al lado de su oído.
- ¿Qué hora es?
- Pues faltan quince minutos para que empiecen las clases.
- ¿Qué? –dijo Beth gritando.
- Venga, vamos a despertar a Alex.
- Espera, quiero darle una sorpresa, voy a hacerle el desayuno.
- Date prisa, las clases no van a empezar después solo por nosotros.
- Vale, ya voy –Beth se vistió rápido y bajo las escaleras para la cocina.
Cogió unos huevos que encontró en el frigorífico, hizo chocolate, que encontró en un cajón, y le hizo unas tostadas. Lo llevó todo a la mesa y se dirigió a Nessie.
- Vete ya para clase –Beth sonrió- voy a despertar a Alex, no tardaremos mucho.
- No tardéis mucho, faltan diez minutos.
- Si ya estamos vestidos –Nessie salió por la puerta, y Beth se acercó a Alex, y le dio un beso en la mejilla- buenos días dormilón.
- ¿Dormilón? Eres tú la que ha madrugado.
- No, faltan diez minutos para que empiecen las clases.
- ¿Ya es tan tarde? Qué raro, yo me suelo despertar temprano.
- Da igual, te he hecho el desayuno, te quería dar una sorpresa –Alex se levantó rápido del sofá y fue a la mesa.
- Oh, Beth, no tenías que haberte molestado –Alex tenía una sonrisa de oreja a oreja- tiene muy buena pinta.
- Pruébalo –Beth sonrió y le dio los cubiertos.
- Vale, pero lo hago por ti, que vamos a llegar tarde –Alex empezó a comerse los huevos, luego las tostadas y terminó con el chocolate, en menos de cinco minutos, luego miró a Beth y sonrió- soy rápido, tendrás que acostumbrarte –luego le plantó un beso en la boca.
- ¿Nos vamos ya?
- Claro, pero con la moto no vamos a llegar.
- ¿Y cómo vamos a ir si no?
- Fácil, corriendo –Alex miró la cara que ponía Beth y sonrió de oreja a oreja- tu no vas a correr, seré yo.
- No vamos a llegar a tiempo.
- Corro muy rápido, y soy muy fuerte, son unas de las ventajas de ser licántropos.
Alex cogió a Beth en brazos y salió por la puerta corriendo. Tardaron en llegar cinco minutos. Así que cuando llegaron, ya estaba tocando el timbre, Alex dejó a Beth en el suelo y entraron al instituto.
- Menos mal que no hay nadie fuera.
- ¿Por qué?
- Porque no quiero que los demás chicos se pongan celosos de mí.
- ¿Celosos? No creo.
-¿Cómo que no? Si estoy saliendo con la chica más guapa del instituto –Beth le sacó la lengua.
- Me voy, nos vemos en el recreo.
- Adiós Beth, te extrañare cada minuto que pase.
Beth se dio la vuelta y pasó a su clase, y Alex también se fue dirección a su clase. Las clases se pasaron rápido, ya que ninguno de los dos atendió al profesor.
Mientras que Alex y Beth estaban en clase, Nessie y Ben salían de su clase, para reunir a todos los licántropos. El padre de Max era el director del instituto, y su padre fue de clase en clase para llamar a todos los lobos.
El padre de Alex les dejó su despacho para que pudieran hablar bien, ya que este sabía su secreto.
- Muchas gracias Max, nos va a servir de mucho el despacho de tu padre- dijo Andy.
- Lo he hecho con mucho gusto –sonrió.
- Bueno… a lo que íbamos. Han venido vampiros nuevos, y eso no lo podemos permitir, hay mucha gente cerca de ellos. Esta tarde vamos a luchar con ellos, antes de que ocasionen más daños.
- ¿Y no entrenamos? –dijo Alex.
- Yo creo que tendremos bastante con lo que llevamos entrenando estos días.
- Hablare con Elisabeth para avisarle de la pelea –dijo Nessie temblando.
- No tienes porque –le dijo Ben al oído mientras le acariciaba el brazo a Nessie.
- Vale, ahora en el almuerzo se lo dices –dijo Andy con una sonrisa de oreja a oreja.
- ¿Dónde la vamos a hacer? ¿Y a qué hora? –Nessie no le hizo caso a Ben, mientras ella se estaba calmando con las caricias de Ben.
- En el descampado que hay en medio del bosque a las nueve de la noche, para que no haya nadie.
- Vale, yo se lo diré –Nessie ya estaba totalmente relajada y le dedicó una sonrisa a Ben.
Ben y Nessie salieron del despacho para ir a su clase, y los demás se quedaron dentro.
- ¿Y qué pasa con Beth? –preguntó Alex.
- Te quedarás con ella… por si acaso, es mejor que esté segura.
- Vale, esta noche dormiré en su casa… suerte chicos.
Al decir esto, Alex salió del despacho y se fue a su clase. Los demás se quedaron en el despacho hablando hasta que toco el timbre para el almuerzo.
Nessie fue con Raven y con Jessy a ver a Elisabeth. Cuando llegaron a la mesa, las dejaron solas a las dos.
- Hola chucho sarnoso, ¿Qué quieres?
- No mucho, solo quiero hablar contigo.
- ¿De qué?
- Es algo… urgente.
- Vale, cuéntamelo, pero que sea rápido.
- Me ha dicho Andy que os diga que va a haber una pelea.
- ¿Porqué?
- Ahora estáis muchos vampiros, y aquí hay mucha gente, no podemos ponerlos en peligro.
- No les haremos daño, son, digamos, que vegetarianos.
- Emm… ya lo ha dicho, así que no hay marcha atrás.
- Si que lo hay, estoy harta de ti, así que les vas a decir que no tenemos intención de matar humanos, y no vamos a cazar cerca de vosotros.
- No creo que me hagan caso.
- Si les dices las mismas palabras, si te hacen caso. Y ahora, quiero pelear contigo, pero no quiero que lo sepa nadie. Y si no quieres que le hagamos daño a Ben, vas a tener que cortar con él.
- ¿¡¿¡Qué!?!?
- Lo que has oído, si no quieres que le pase nada no digas nada de esto. Como parezca Ben, le mataré al instante. Hoy estamos a 24 de marzo, así que te dejo hasta el 31 de marzo para que rompas con Ben. Y la pelea será el 24 de abril, dentro de un mes.
- ¿Pero por qué?
- Porque te odio y ya estoy harta de ti, por eso quiero pelear contigo, las dos solas.
- Vale, no le diré nada de esto a Ben.
- No me basta solo con eso, vas a cortar con él, te doy dos semanas, el 31 de mayo me aseguraré según vuestro comportamiento si has cortado con él o no –Elisabeth miró fijamente a los ojos de Nessie- lo harás, ¿no?
- Vale, ya lo veras, y dentro de un mes pelearé contigo.
Nessie se fue con los licántropos y se sentó al lado de Ben, les contó que no quería que pelearan y que no iban a causar daño. Y cada vez que miraba a Ben pensaba en que iba a ser la última vez que iba a hablar con él. Llegaron a la mesa y Nessie se dio cuenta de que no estaba Will.
- ¿Dónde está Will?
- No ha venido a clase –dijo Andy.
Alex y Beth aparecieron por la puerta cogidos de la mano. Todos los que estaban en la cafetería se quedaron mirándolos sorprendidos.
- Nos está mirando todo el mundo –dijo Beth en un susurro.
- Es que les extraña, esto es nuevo para ellos –Alex le dedicó una sonrisa, su preferida.
- Hola chicos –gritó Max cuando llegaron.
- Por favor Max, compórtate –dijo Andy, luego miró a Beth –tengo que hablar contigo.
- ¿De qué? – Beth estaba extrañada.
- Tienes que ir con cuidado… sea como sea vamos a tener una pelea con los vampiros, aunque no sabemos cómo. Y tú vas a tener mucho peligro, así que os dejaremos alejados del pueblo a Alex y a ti –miró a Alex- tú la protegerás, tranquilo, podremos luchar sin ti.
- Vale, tranquilo, no le tocaran ni un pelo.
- Muchas gracias, Alex –luego se volvió otra vez a Beth- no te alejes de Alex, os iréis un fin de semana, todavía no sabemos cuál será, a una cabaña que hay en medio del bosque, pero será el día que tengamos la pelea. Otra cosa, no te lleves el móvil, y no puede saber nadie donde estáis.
- Vale… ¿eso es todo?
- Si, haz todo lo que te diga Alex, el cuidará muy bien de ti. Tómatelo como unas vacaciones –sonrió.
- Cuidaré muy bien de ti –le dijo Alex a Beth y luego la besó.
- Bueno vale, dejar de mostrar vuestro cariño, que estamos comiendo –dijo Peter.
- Vale, vale, ya e pillado tu indirecta –Alex se levantó y miró a Beth- ¿te cojo un bocadillo a ti también?
- Si, gracias –Beth sonrió, luego Alex se dio la vuelta y se fue.
- ¿Qué tal os va? –Nessie se sentó al lado de Beth.
- Pues muy bien… aunque creo que todo esto es culpa mía…
- No te creas, los vampiros son así de asquerosos, siempre tenemos problemas con ellos. Lo que pasa es que ahora que saben que estas con nosotros van a ir a por ti, y tú eres más débil que nosotros. Por eso tenemos que tener más cuidado, pero es como siempre.
- Amm… vale.
- No pasa nada Beth, si estas a mi lado no te tocara nadie –dijo Peter.
- Beth es de Alex, él la protegerá –Nessie miró a Peter con una sonrisa amenazadora- tú no tienes nada que hacer.
- Ah, ¿no? –le devolvió la sonrisa amenazadora- eso ya se verá, ¿qué te apuestas?
- Venga, dejar a la pobre en paz, acaba de enterarse de lo nuestro, esto seguro que es difícil para ella –Andy miró a Nessie y a Peter mientras decía esto.
- Ella se acostumbra enseguida, seguro que ya se siente como en la familia –dijo Peter y se rio.
- ¿Qué pasa aquí chicos? –Alex llegó con su bocadillo y el de Beth.
- Aquí va a haber pelea –dijo Max en bajito.
- Nada, solo estamos hablando con Beth –dijo Peter con un tono descuidado.
- En realidad han hecho una apuesta de que Peter iba a cuidar de Beth mejor que tu –dijo Ben y seguidamente le sacó la lengua a Peter.
- ¿Qué? ¿A qué viene esto? Estás celoso, ¿verdad? –dijo Alex gritando- ni se te ocurra tocar a mi novia o lo lamentarás.
- Solo estaba de broma –Peter miró a Beth y le guiño el ojo.
- ¡¡Basta ya!! –Alex se levantó de la silla dando un salto- se nota un montón que te gusta Beth, pero métete esto en la cabeza: Beth es mía, y yo cuidaré de ella, tú no tienes nada que hacer.
- ¡¡Dejaros de peleas!! –dijo Andy gritando- parecéis unos críos.
- Lo siento –dijo Peter agachando la cabeza- en realidad Alex tiene razón… y ya se que no tengo nada que hacer. Yo no la cuidaría tan bien como tú. Tranquilo, para evitarlo me voy a ir y no voy a volver, será lo mejor.
- No te vayas –Alex se sentó y abrazó a Beth con un brazo- te perdono, se que eres buena persona, y Beth es muy guapa, a cualquiera podría haberle pasado lo mismo.
- ¡Gracias Alex! –Peter levantó la cabeza y sonrió a Alex.
- Seguro que no eres el único que este celoso de mí –Alex soltó una risita bajita y dio una vuelta con la mirada a toda la cafetería- no dejan de mirarnos.
- Ya… es que tú tienes mucha suerte –Max empezó a reírse más fuerte- pero eso tiene una condición, vas a tener que estar siempre pendiente de ella, si no la quieres perder.
- Dejar de hablar de mí, ni que fuera un bicho raro –Beth se cruzó de brazos.
- No, es lo contrario –Alex le dio un beso a Beth en la frente- eres la más guapa, tanto que los chicos están celosos de mí porque estoy contigo.
- Seguro que no, te lo estás inventando –Beth le sacó la lengua y le abrazó.
- Nos vamos a clase –dijo Nessie, y justó después sonó el timbre- bueno… ya nos iremos todos, ¿no?
- Si, venga, vámonos –dijo Andy.
Todos se levantaron de la mesa, y se fueron poco a poco. Los últimos en irse de la cafetería fueron Beth y Alex.
- Estoy pensando en que ya que Ben y yo tenemos novia podríamos ir los cuatro a la playa y pasar una tarde romántica y divertida las dos parejas, ¿qué te parece?
- Me encanta la idea, parece perfecta.
- Luego a la salida lo proponemos, ¿vale?
- Vale –Beth sonrió y le dio un beso en la mejilla- te quiero.
- Pero yo más –Alex le devolvió el beso.
Alex y Beth se fueron cada uno por su lado, ya que sus clases estaban en direcciones opuestas.
Mientras Ben y Nessie esperaban en la puerta de su clase a que llegara el profesor. Ellos tenían la suerte de ir a la misma clase. Llegó el profesor y entraron a la clase, se sentaron en mesas juntas, como siempre, y así estuvieron las tres horas que les quedaban de clase.
A la salida se juntaron todos en un punto. Los primeros en llegar fueron Max y Peter, luego llegaron Andy y Alex. Después fueron llegando poco a poco todos los demás. Alex, al ver que Beth no iba, fue a su clase a por ella.
Cuando llegaron Alex y Beth, se dirigieron a Nessie y Ben para hablar con ellos, y los demás se fueron a su casa poco a poco.
- Hemos pensado en ir a la playa los cuatro, ¿qué os parece? –Alex mostraba una sonrisa de oreja a oreja.
- No es mala idea, llevamos tiempo sin hacer nada especial, y queremos celebrar lo vuestro –Nessie le guiñó un ojo a Beth mientras lo decía.
- Claro, me encantaría –Ben le dio un pico a Nessie.
- Entonces, mañana vamos, ¿vale? –Alex miró a Beth.
- Por mi bien –Beth sonrió.
- Claro que si, mañana sobre las cinco nos vamos a la playa –Ben le dio una palmada en la espalda a Alex –adiós chicos, pasároslo bien.
- Ya… y vosotros también –Alex se rio.
- Hombre pues claro –Ben abrazó a Nessie.
- Adiós Beth, adiós Alex –Nessie se dio la vuelta junto a Ben para irse- os quiero chicos.
- Mañana te daré una sorpresa, te dije que te iba a llevar a un sitio muy especial, y al final no pude, por eso te voy a dar una recompensa mañana –la miró sonriendo y la beso.
Alex llevó a Beth a su casa, y este se fue a su casa para prepararle la sorpresa a Beth. Buscó un CD de música de amor y un radiocasete para reproducirlo.
Después cogió la moto y fue a la floristería a encargar flores, las más bonitas que había en la floristería, y el ramo, el más grande.
A la vuelta se encontró con Peter.
- ¿De dónde vienes? Hemos ido a tu casa y nos ha dicho tu padre que no sabía dónde te había metido.
- ¿Y qué hacíais en mi casa?
- Pues que Andy ha dicho que quiere hablar con todos esta noche… Vamos a hacer turnos para vigilar el pueblo.
- ¿Ya ha sido la reunión?
- Si, y a ti te toca todos los días a las cinco de la tarde.
- ¿¡Qué!? ¿Por qué no me lo habéis puesto por la noche?
- Me lo he cogido yo.
- Pero no puedo… es el único momento que tengo para estar con Beth.
- Tranquilo Alex, yo cuidare de ella cuando estés vigilando.
- Lo has hecho aposta, ¿verdad?
- No… ha sido Andy el que lo ha dicho.
- Pues vamos a hablar con él ahora mismo.
Peter subió a la moto de Alex y fueron a casa de Andy, que se estaba entrenando en el garaje.
- Hola chicos, ¿qué hacéis aquí?
- Quiero hablar contigo –Alex se acercó a Andy todo lo que pudo con cara de mal humor.
- ¿Qué pasa? –miró a Peter preguntándole con la mirada.
- ¿Por qué me has puesto que vigile a las cinco de la tarde? ¿Y cuándo voy a poder estar con Beth?
- Yo no lo he puesto –Andy miró a Peter, y Peter se volvió andando despacio para que no le viera Alex.
- ¿Y quién ha sido?
- Lo pidió Peter, vamos, se puso de rodillas más o menos –Andy le dirigió una mirada de perdón a Peter por haberlo dicho.
- Pues ni sueñes que voy a vigilar a esa hora –Alex se acercó a Peter y le tiró al suelo- tú estás loco, ¿no? Dijiste que nos ibas a dejar en paz.
- Mira, a Max le da igual la hora… y a él no le he puesto nada… Si quieres le pongo tu hora a Max y así estas libre todo el día –dijo Andy.
- A mi me da igual no tener el día libre, pero las únicas horas que puedo estar con Beth las necesito libres… por favor.
- Te voy a decir lo mismo que a Ben y a Nessie, tienes tu vida, y no puedes malgastarla en vigilar. Nosotros solos podemos hacerlo, y si se complica la cosa o vemos a los vampiros te llamamos. Tu lo único que tienes que hacer es tener el móvil cerca, nada más.
- ¿En serio? ¿No os importa que esté con Beth?
- No, claro que no, estáis enamorados, disfrutarlo todo lo que podáis, y no quiero ser yo el que os lo impida.
- Gracias –Alex dirigió la mirada a Peter que todavía seguía en el suelo- eres idiota, pero nunca te saldrás con la tuya. Lo único que has conseguido con esto es perder a uno de tus mejores amigos.
Alex se fue antes de que nadie dijera nada y se fue a su casa para terminar de preparar lo que se iba a llevar el día siguiente a la playa.
Cuando llegó a su casa fue a buscar el CD de música que había pensado llevarse, y después cogió el casete y lo llevó a su coche.
Después de meterlo se quedó pensando en que más hacer, quería que fuera el mejor día. Cuando se le ocurrió pegó un salto de alegría, y fue corriendo a por su mesa desmontable, una vela, y dos copas con unos refrescos que sacaría después.
Cuando hubo preparado todo, lo metió en el maletero, también metió el ramo de flores y una nevera con comida y bebida para cuando estuvieran todos.