Nessie estaba caminando de camino al instituto, pero antes tenía que ir a casa de sus amigas. Por el camino se encontró a Amanda, que iba estudiando, como siempre.
Las dos fueron a llamar a Jessy. Mientras esperaban vieron una sombra detrás de un coche, pero no le dieron mucha importancia. Amanda vió que se acercaba alguien, se asustó, y quiso abrazar a Nessie, pero esta se apartó de su camino antes de que llegara a tocarla. Amanda cayó al suelo, pero por suerte no se hizo nada.
La persona que había visto Amanda era Brian, el novio de Jessy, que venía riendose por el tortazo que se había dado Amanda.
Entonces bajó Jessy, venía muy feliz, y entonces dijo:
-¿Ya estamos todos?...pues entonces vámonos.
-Que pena que ya no venga Darius con nosotros,-dijo Amanda-, desde que tiene novia, pasa de todos nosotros.
-Pues a mí me da igual,-dijo Nessie-, que haga lo que quiera.
Se fueron todos andando hacia el parque donde estaban Elisabeth y Raven esperando. Se acercaron a ellas, estaban echas polvo, no habían dormido esta noche.
-Venga,-dijo Raven-, vamos a buscar a Beth y a Alfred.
Mientras iban para la casa de Beth se encontraron por el camino a Alfred. Este venía tarareando una canción, como siempre.
Llegaron a la casa de Beth, esta ya estaba en la puerta cuando llegaron y, como todos los días, estaba de muy buen humor.
-Ya estamos todos,-dijo Beth-, vamos al instituto.
Fueron hacia el instituto, allí se sapararon, y cada una fue a su clase. Raven quiso darle un abrazo a Nessie, y esta se apartó, todos los amigos de Nessie empezarón a dudar, pero no le dieron mucha importancia.
Nessie salía muy cansada de clase, como todos los días. Nunca esperaba a sus amigos a la salida del instituto, porque tenía que llegar pronto a su casa. Cuando llegaba a su casa comía todo lo que pillaba y se iba a dormir.
Dormia durante horas y horas, y cuando se despertó hizo los trabajos del instituto y salió al bosque, en la oscuridad de la noche, para poder entrenar para ser una de las mejores mujeres lobo que existen, pero eso si, siempre que entrena lo hace cuando la luna llena está en lo más alto.
Esa noche, Nessie llegó a lo más profundo del bosque, allí había un descampado. Se transformó en lobo con una simpleza inigualable, era un lobo de pelaje color blanco con tonos dorados. Era uno de los lobos más bellos que habían existido. Su tamaño, a cuatro patas, era igual que el de un hombre adulto. Entonces, empezo a correr esquivando todo lo que se le ponía por delante.
Al final de la noche se fué a su casa, se metió en la cama, y durmió durante media hora. Cuando sonó el despertador, le dio un golpe que hizo que este se cayera al suelo y se rompiera en pedazos pequeños. Pero no podía seguir durmiendo, y con la misma ropa que tenía cogio la mochila y se fué para el instituto.
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